Debo reconocer que Evanescence me conquistó hace años. Descubrí este grupo por primera vez mientras veía Daredevil, el hombre sin miedo, película protagonizada por Ben Affleck y Jennifer Garner. En ella aparecían dos temas en la banda sonora que me dejaron completamente pillada. Necesitaba saber de quién eran y escucharlas una y otra vez. Resulta que esos dos temas pertenecían a esta banda de metal alternativo y sus videos en youtube me acabaron de conquistar con su estilo musical y el look que lucía la cantante. Si a eso le sumamos que ella también tocaba el piano ¡flechazo total!
¿Qué tiene este grupo que pasa el tiempo pero no para su música? Debo reconocer que sólo me he interesado por Amy Lee, la cantante. Toda ella me tiene fascinada: su pelo negro en contraste con sus increíbles ojos azul claro, su forma de vestir, su sonrisa, su gesto al interpretar las canciones, ese ceño fruncido. Pero por encima de todo, Amy nos regala su voz de mezzosoprano con una potencia armónica devastadora, un timbre rotundo, agudo y grave ¡Maravillosa!
¿Qué me aporta esta canción? Un escalofrío recorriendo la espalda. Consigue ponerme los pelos como escarpias: es bella, dolorosa, melancólica y está llena de amor, deseo, añoranza, tristeza.
Interpretar esta canción al piano es magnífico. Cuando empiezas a practicar y escuchas los primeros compases, una emoción te embarga. Yo al menos, no puedo tocarla y no cantarla. Creo que es una de esas piezas indivisibles en la que la voz cantante y la melodía se funden en perfecta armonía, aunque ya me gustaría tener su voz ^^ .
Disfruta de su videoclip, es precioso y está rodado en el Barrio Gótico de Barcelona, en una plaza llamada Sant Felip Neri.
Así que la dejo para que compartas conmigo ese momento mágico en la que interpretas los primeros compases y te emocionas al escucharlos. ¡Hasta pronto!