jueves, 16 de abril de 2015

Quiero, pero ¡NO!

He aquí otra de mis aventurillas.

Siendo muy joven, a la edad de los 13 años, decidí que quería ser donante de todo. De sangre, de plasma, de médula, de órganos, el cuerpo a la ciencia... Pero primero tenía que ser mayor de edad. Al llegar a los 18 me hice donante de sangre y desde entonces he contribuido todas las veces que se me ha requerido. La parte "negativa" es que mi grupo sanguíneo es muy común (B+) así que... en fin, no todo es perfecto. Al mudarme a Lleida, aproveché en una de las donaciones de sangre para apuntarme a las donaciones de Plasma. Y ahora le llegó el momento de hacerme donante de Médula. No es que lo hubiera pospuesto año tras año, simplemente que esta es una de esas cosas que tienes en la "carpeta mental de tareas pendientes".




Pues bien, ¡mi gozo en un pozo! DESCARTADA por ser paciente con la alteración genética BRCA2 aunque no he cursado ningún cáncer. Entiendo el compromiso que adquieres y que se trata de ayudar a la gente, y yo no puedo. El tema está en que ese rechazo me ha sentado fatal porque con la cantidad de gente que necesita un donante de médula acabo de reducir la lista un poquito más.
Es maravillosa la sensación de haber ayudado a alguien, ayudado de verdad. No rollo "Necesito azúcar" o "¿Puedes regarme las plantas mientras estoy de vacaciones?" sino algo más profundo.
Imagino que es como regalar un soplo de vida. Debe ser fantástica la sensación de plenitud cuando el médico te comunica que la donación ha sido todo un éxito y que el paciente se está recuperando.

Te animo a buscar información. Lee, pregunta y, por último, comprométete.
Aquí encontrarás la página de Fundació Josep Carreras
También puedes pedir información a tu médico. Él te guiará.




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