He
robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la
noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la
Universidad a una edad a la que la mayoría todavía no los dejan entrar. He
recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera
de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que
hacen llorar a los bardos.
Me han llamado de muchas maneras, por supuesto. La mayoría eran nombres burdos, aunque muy pocos eran inmerecidos. Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.
“El nombre del Viento “ de
Patrick Rothfuss
La segunda entrega lleva por título “El temor de un hombre sabio” (Plaza & Janes Editores en 2011). Aquí la historia de Kvothe continúa en el punto donde terminó “El nombre del viento”: La Universidad. Debemos recordar que Kvothe es un músico, un mendigo, un ladrón, un estudiante, un mago, un héroe y un asesino… y poco a poco vamos descubriendo como se ha ganado a pulso todos esos adjetivos.
A título personal diré que el estilo narrativo de Rothfuss me ha encantado, que no puedo evitar devorar las páginas para compartir con Kvothe sus aventuras y desventuras, que me encantan los efímeros “momentos de felicidad” porque significa que vendrán “momentos duros” y eso significa, a su vez, que nuestro querido Kvothe tendrá que superar duras y traumáticas pruebas para llegar a ser más grande de lo que jamás creerá ser posible.
Espero con ansias la tercera entrega y mientras tanto os recomiendo que leáis “El nombre del viento” y “El temor de un hombre sabio”
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